En Polonia, puede alojarse en hoteles en los centros históricos de las grandes ciudades, en acogedoras pensiones en el campo o en elegantes apartamentos junto al mar Báltico. Recomendamos reservar con antelación durante la temporada alta, especialmente en las zonas montañosas y costeras, donde la demanda de alojamiento es alta. En comparación con Europa Occidental, los precios le sorprenderán gratamente. Los servicios de alojamiento polacos tienen un estándar sólido incluso en las ciudades más pequeñas. En las pensiones y apartamentos, a menudo encontrará un ambiente acogedor y gastronomía regional.
Uno de los destinos turísticos más populares es Cracovia, cuyo centro está declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Aquí podrá visitar numerosos monumentos, incluido el famoso Castillo de Wawel. También se encuentra la plaza medieval más grande de Europa y la famosa Mina de Sal de Wieliczka, fácilmente accesible en transporte público desde el centro de la ciudad.
Gdansk, en el norte, atrae con sus playas, puerto y arquitectura de estilo hanseático, y en temporada alta ofrece una gran variedad de alojamientos en pleno centro y cerca del mar. En la Triciudad polaca (Gdansk, Gdynia y Sopot) se fusionan cultura urbana, balnearios y playas.
Para los amantes de la naturaleza y el senderismo, recomendamos Zakopane. En este centro turístico y de deportes de invierno, podrá elegir entre pensiones o chalets de montaña enclavados en una hermosa naturaleza con vistas a los montes Tatra.