El alojamiento en Ucrania se ve afectado actualmente por la guerra, que ha cambiado radicalmente la disponibilidad y la naturaleza de la oferta de alojamiento. La seguridad de los pasajeros sigue siendo una prioridad, por lo que reservar alojamiento es posible principalmente en zonas occidentales o en ciudades con instalaciones adecuadas para situaciones de crisis. Los precios del alojamiento son variables: muchos establecimientos se han dedicado a prestar ayuda y servicios sociales, mientras que la oferta habitual del mercado solo existe en zonas más estables.
Los hoteles en capitales como Kiev o Lviv suelen acoger a refugiados y trabajadores humanitarios; parte de su capacidad se ha reorientado a alojamiento de emergencia o ha sido cerrada temporalmente por motivos turísticos. Los apartamentos en Kiev o Lviv están parcialmente disponibles, pero a menudo hay un mayor interés por parte de las organizaciones humanitarias; por lo tanto, es recomendable reservar el alojamiento con mucha antelación y comprobar la disponibilidad de los servicios.
En Odesa, situada a orillas del Mar Negro, muchos hoteles y pensiones tienen un acceso limitado; su apertura está condicionada por las normas de seguridad y el estado actual de las operaciones militares. Además, los centros turísticos suelen estar llenos de desplazados internos.
En las regiones montañosas occidentales (Cárpatos, Transcarpatia ucraniana), se aplican normas de seguridad más estrictas y las pensiones ofrecen una estancia en condiciones relativamente tranquilas, pero la vida turística aquí aún está sujeta a cambios. Ucrania sigue siendo un lugar con una sólida tradición de hospitalidad, pero la realidad actual implica que los viajes y el alojamiento requieren una planificación considerable, paciencia y flexibilidad ante cambios repentinos en las condiciones de seguridad.